El Menú

Momentos de suspenso y esceptismo es lo que nos promete esta cinta, en donde los reflectores se los lleva Ralph Fiennes como el "villano" principal. Se trata de una cena exclusiva a la que muy pocos pueden llegar y nos tocará descrifrar qué es lo que ay que hacer para poder tener una mesa reservada, ya que cada personaje tendrá un por qué de estar ahí, bajo el riesgo de que el platillo principal es que sus vidas correrán peligro.

La idea nos pareció muy interesante y fuimos a verla con buena expectativa, pero la realidad es que la mezcla de estos elementos y personajes no termina por dejarnos con tan buen sabor de boca.

Hay momentos en donde algún personaje se rebela y es interesante averiguar qué reacciones desatará en el grupo y qué consecuencias fatales le podrán recaer, ya que el chef interpretado por Ralph Fiennes es un personaje muy intimidante pero a la vez muy profundo e interesante. Pero fuera de su gran actuación y de lo aterrador que suena su voz mientras les habla a sus víctimas, tal cuál como el mismísimo Voldemort a punto de desatar su ira, lo demás son sólo completementos.

Conforme se consume la historia y pasamos al siguiente plato, nos vamos dando cuenta de que el significado y el por qué de los personajes, no es mayúsculo ni mucho menos. Las cosas simplemente suceden. No encontraremos un buen por qué, ni tampoco desenlaces tan gratos. Es simplemente una historia para pasar un rato comiendo palomitas con pequeños intentos de dejarnos algunos mensajes, pero que terminan por pasar desapercibidos.